Los términos “táctica” y “estrategia” forman parte de la terminología militar, pero actualmente son muy usados en el entorno profesional. Aprende qué es táctica y qué es estrategia. Descubre cómo puedes usar la estrategia y las tácticas para desarrollar tu estrategia de negocios. Actualización 27/01/2023: En esta actualización hemos incorporado más información sobre qué es estrategia y qué es táctica para que te resulte mucho más práctico.
Los grandes maestros del ajedrez no se apresuran a entrar en el juego a ciegas moviendo piezas al azar sino que realizan movimientos bien pensados y precisos para poder obtener ventaja sobre su oponente.
Los jugadores de ajedrez usan diferentes tácticas y estrategias para lograr su objetivo final: capturar al rey del oponente. Al igual que en el ajedrez, puedes usar la estrategia y la táctica para desarrollar y poner en marcha tu estrategia de negocios. A continuación, te mostramos cómo puedes implementar estás técnicas para lograr tus objetivos estratégicos.
Los términos “táctica” y “estrategia” forman parte de la terminología militar, tomadas del libro El arte de la guerra de Sun Tzu. Desde entonces, se han incorporado a diferentes situaciones más allá del ámbito militar, como, por ejemplo, la estrategia de negocios.
Una estrategia es un plan de acción que se implementará en el futuro para lograr un objetivo final. Las estrategias te permiten definir los objetivos a largo plazo y cómo trabajarás para alcanzarlos.
Entonces, ¿qué es táctica? Si bien la estrategia es el plan de acción que te guiará hacia la meta final, las tácticas son los pasos y las acciones individuales que llevarás a cabo para llegar hasta ahí. En el mundo de los negocios, se trata de las acciones específicas que realizan los equipos para implementar las iniciativas descritas en la estrategia.
Si volvemos al ejemplo del ajedrez, la estrategia del juego consiste en colocar las piezas en una disposición específica para poder avanzar hacia una posición objetivo. Las tácticas son los movimientos que haces para colocar dichas piezas en esa posición.
En su libro El arte de la guerra, Sun Tzu escribió: “Todos pueden notar las tácticas de mis conquistas, pero ninguno puede ver la estrategia que lleva a la victoria”. Sun Tzu sostiene que si bien las tácticas son más concretas y fáciles de ver, una estrategia general es igual de importante. Entonces, la pregunta no debería ser si hay que aplicar una estrategia o táctica, sino cómo usar la estrategia y las tácticas juntas. Piensa en estos dos conceptos como las dos caras de una misma moneda. Ambas son necesarias para lograr los objetivos.
Si intentas cumplir tus objetivos implementando únicamente una estrategia, seguramente no logres alcanzarlos, ya que las tácticas son las acciones concretas que realizas para lograr esos objetivos. Cuando un equipo trabaja solamente en la estrategia, lo único que hará es planificar el logro de los objetivos en lugar de hacer el trabajo necesario para alcanzarlos.
Por otro lado, tampoco puedes lograr tus objetivos de negocios si solo desarrollas una planeación táctica, ya que sin una estrategia definida, se convierten rápidamente en un trabajo desordenado. En este caso, se realizan acciones arbitrarias sin un objetivo estratégico establecido. A corto plazo, esto puede parecer un trabajo pesado para los miembros del equipo. A largo plazo, puede generar frustración, agotamiento e insatisfacción laboral.
Una buena estrategia debe estar bien pensada, requiere una buena planificación y una muy buena investigación. Si buscas desarrollar una estrategia sólida a largo plazo, es importante poder recopilar información y datos de iniciativas pasadas que puedan influir en el proceso de toma de decisiones basadas en los datos en el futuro.
Por ejemplo, algunos sectores experimentan lo que se denomina estacionalidad en sus negocios. Un ejemplo que demuestra un buen pensamiento estratégico es saber cómo usar los datos históricos para beneficiarse de esa estacionalidad.
Las mejores estrategias se basan en objetivos claramente definidos. Desarrollar una buena estrategia es mucho más sencillo si sabes exactamente lo que quieres lograr. Tener metas claramente definidas es una parte esencial del proceso de planificación general para la estrategia a largo plazo. Algunas personas planifican su estrategia y sus objetivos de negocios al mismo tiempo, lo que puede simplificar el proceso. Sin embargo, si no hay un objetivo claro, intentar crear una estrategia es como intentar correr una carrera sin conocer la ruta.
Lee: Establecer los objetivos de negocios: el primer paso para el éxitoEl éxito de tu estrategia depende de los resultados esperados. Pero ¿qué sucede cuando tu estrategia se enfrenta a determinados obstáculos? Aquí es donde entra en juego el plan de contingencia. Si creas un plan de contingencia, entonces tendrás planificado qué hacer en caso de que surjan inconvenientes. Tu equipo sabrá cómo actuar para superar los obstáculos y evitar que el proyecto fracase por completo.
Si la estrategia es el plan a largo plazo, las tácticas son las acciones a corto plazo que te ayudan a alcanzar metas más pequeñas. La planificación táctica consiste en dividir tu plan estratégico en acciones a corto plazo.
Si tienes dificultades para comprender cómo una determinada táctica contribuye a la estrategia, probablemente no sea la mejor táctica para tu estrategia. El trabajo que realices debe contribuir directamente a los objetivos que pretendes lograr.
La metodología OKRusada para la definición de objetivos es un buen ejemplo de cómo las tácticas a corto plazo se conectan con una visión a largo plazo. De acuerdo con este marco se define un objetivo principal y se establecen resultados clave para lograr dicho objetivo. Las tácticas en las que la gente trabaja regularmente contribuyen al crecimiento del resultado clave.
Las tácticas se ejecutan mejor en un período de tiempo limitado. Al igual que la mayoría de las estrategias de definición de objetivos, los plazos garantizan que las tácticas se completen dentro del período de tiempo establecido. Si no estás seguro de cómo crear tácticas concretas y con plazos definidos, prueba usar la metodología para establecer objetivos SMART.
A continuación, te mostramos algunos ejemplos de cómo los estrategas empresariales pueden usar una buena estrategia junto con tácticas inteligentes para lograr sus objetivos de negocios.
Estrategia: Entrevistar a un 20 % más de candidatos de comunidades históricamente subrepresentadas en tecnología.
Tácticas:
Patrocinar grupos comunitarios históricamente subrepresentados que se centren en los campos de CTIM.
Crear oportunidades para estudiantes con formación educativa alternativa, como los programas “Bootcamp” y los institutos de educación técnica.
Publicar de manera regular ofertas de trabajo en plataformas dirigidas especialmente a comunidades subrepresentadas.
Estrategia: Aumentar la cantidad de registros a pruebas gratuitas en un 30 %
Tácticas:
Aumentar la visibilidad en las páginas web mediante una ventana emergente que promocione una prueba gratuita que aparezca cuando el usuario se desplace hasta la mitad de la página.
Ofrecer un e-book gratuito a cada persona que se registre para acceder a una prueba gratuita.
Promocionar el registro a pruebas gratuitas a través del marketing en redes sociales.
Estrategia: Disminuir 1 segundo la velocidad de carga de la página.
Tácticas:
Identificar el código innecesario que afecta la velocidad de la página y encontrar mejores alternativas.
Comprimir las imágenes de la página a menos de 1 MB.
Reducir la cantidad de redireccionamientos a otras páginas.
Una buena estrategia empieza con una planificación organizada. Si estás buscando una forma de mantener organizados tus objetivos de negocios, te recomendamos usar una herramienta de gestión del trabajo. El software de gestión del trabajo puede ayudarte a conectar tus tácticas diarias con la estrategia a largo plazo.
Prueba Asana para la gestión del trabajo