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Te explicamos cómo funciona nuestra memoria y algunas de las mejores técnicas para mejorar tu memoria y aplicar los resultados en tu día a día en tu trabajo. Tener mejor memoria mejorará tu productividad. Actualización 16/08/22: En esta actualización hemos añadido más detalles que te ayudarán a mejorar las técnicas de memorización.
La mente humana es curiosa. A veces recordamos algo aleatorio, fuera de contexto, que un amigo nos contó hace 17 años y nos sorprende cuánto espacio de guardado tenemos ahí arriba (dato curioso: 2,5 petabytes). Otras veces uno sale de la oficina o cierra sesión en Zoom y, al segundo, siente que se le ha borrado todo de la memoria.
Independientemente de la situación con que lo relaciones, debes saber que con las técnicas de memorización correctas cualquiera puede mejorar la capacidad y la velocidad en que su cerebro procesa la información. Además, la productividad mejora porque ya no hay que estar buscando información constantemente o revisando a cada rato cuáles son las tareas pendientes, sino que ya lo habrás recordado.
Tener una mejor memoria no solo es útil para recordar una receta familiar, también es una habilidad muy importante para aplicar en el trabajo. Puede servir para recordar el nombre de alguien que conociste en una conferencia o números y fechas en alguna reunión de equipo. Tener buena memoria siempre es útil para los negocios.
Afortunadamente para todos los que en este momento están pensando: “En realidad, no soy para nada bueno para recordar cosas”, vale aclarar que el cerebro es un músculo y se puede entrenar. La mente memoriza la información en cuatro pasos: atención, codificación, almacenamiento y recuperación. A continuación, te mostramos qué sucede en cada etapa:
Atención: Digamos que estás en una reunión y uno de tus colegas propone una idea sobre marketing. La información ingresa a tu cerebro a través de receptores sensoriales que la retienen durante apenas unos pocos segundos mientras el cerebro la filtra y, si todo resulta bien, la califica como importante. Solamente cuando hayas percibido la información de manera consciente, pasará al paso siguiente.
Codificación: Parece que la propuesta de tu colega fue buena porque tu cerebro ahora está codificando la información. En este paso, se moverá a la memoria de corto plazo o a la de trabajo. La memoria de corto plazo retendrá la información durante algunos segundos, mientras que en la memoria de trabajo puedes retenerla hasta por 20 minutos. Puede ser muy útil para resolver un problema matemático o para depurar una hoja de Excel, pero no te servirá para recordar la propuesta de tu colega durante la reunión con el cliente, el jueves siguiente.
Almacenamiento: El movimiento de la información de la memoria de corto plazo a la de largo plazo es un paso activo. Tu cerebro no puede tomar la decisión por ti, tú debes memorizarla con la técnica que mejor te funcione (ya llegaremos a ese tema dentro de un minuto).
Recuperación: La manera en que prestes atención, codifiques y almacenes la información afectará lo bien que puedas recuperarla más adelante. Mientras más tiempo pase entre los últimos dos pasos, el almacenamiento y la recuperación, más importante será repasar y revisar la información con frecuencia para mantenerla fresca y en tu mente.
Todo lo anterior son los conceptos básicos del proceso de memorización. Ahora, profundicemos un poco acerca de cómo puedes hacer que tu cerebro memorice mejor. Dependiendo de cómo funcione tu mente, podrás descubrir qué técnicas de memorización verbal o visual te resultan más útiles para retener mejor ciertos datos.
Si no estás seguro de si prefieres las técnicas de memorización verbal o visual, pregúntate lo siguiente: ¿Prefiero leer instrucciones en vez de que alguien me muestre cómo se hace algo? ¿Tengo el don de recordar las letras de las canciones o tengo fluidez con las palabras? Si tus respuestas son afirmativas, es muy probable que puedas aprovechar mejor las siguientes técnicas para memorización verbal.
La fragmentación se refiere a una técnica de memoria que consiste en agrupar elementos para que sea más fácil recordarlos. A pesar de que los teléfonos nos ayudan muchísimo a recordar cosas (seamos honestos, ¿quién recuerda el número de teléfono de su pareja hoy en día?), acordarnos de cosas como el número de Seguro Social o una lista de cosas para comprar puede ser muy útil para la cotidianeidad.
Si gestionas varios proyectos o equipos que se encuentran en diferentes lugares, la fragmentación puede resultar una técnica magnífica para memorizarlos a todos y puede ahorrarte el trabajo de tener que buscar la misma información todo el tiempo. Separa los lugares por zona, departamento, tamaño del equipo o por la inicial (como en Miami, Minneapolis, Memphis). No debe haber más de 7 elementos para recordar (es el número mágico) por sección. Intenta memorizar cuántos elementos hay en cada categoría y notarás que será mucho más fácil si almacenas la información aplicando la fragmentación.
Similar a lo que sucede con la fragmentación, el deletreo mnemónico también es una herramienta perfecta para recordar listas o grupos. Simplemente hay que usar la primera letra de cada palabra para crear un acrónimo que sea más sencillo de recordar que todas las partes enteras. ¿Has oído hablar de los objetivos SMART? Este acrónimo en inglés facilita muchísimo que uno recuerde cuáles son los pasos: [Specific (específicos), Measurable (medibles), Attainable (alcanzables), Relevant (relevantes) y Time-based (de duración limitada)], ¿no? Si trabajas en RR. HH., Logística o Contabilidad, probablemente ya estés acostumbrado a usar acrónimos; si recuerdas lo que representan, tu vida será mucho más sencilla.
Si no puedes recordar un acrónimo, intenta con un acróstico. La idea es bastante similar, pero en vez de usar la primera letra de cada palabra, creas un pequeño verso como el siguiente:
A tu lado siempre.
Sirve para pequeñas y grandes iniciativas.
Automatiza tu rutina de trabajo.
No es solo una lista de tareas pendientes.
Ayuda perfecta para cualquier flujo de trabajo.
También puedes crear aliteraciones para retener información. En particular, son útiles cuando quieres recordar nombres y no te es fácil. Si un colega nuevo se presenta con el nombre de Andrés, es más probable que lo recuerdes la próxima vez que te lo encuentres en la cafetería si usas una aliteración como “Andrés analítico” o “Andrés asombroso” después de haberlo conocido, la primera vez. ¡Haz la prueba!
Imagínate esto: estás conduciendo, sales del trabajo, te diriges a tu casa y en la radio escuchas una canción que no has oído en años. Subes el volumen y te pones a cantar. Recuerdas cada palabra exactamente. Si de vez en cuando te sucede esto es porque tu memoria almacena la música muy bien.
Puedes aprovechar ese poder que tienes con las letras y las melodías para memorizar otra información. Inventa un “jingle” o canción en tu cabeza y transforma algo aburrido y complicado en melodías agradables.
Puede ser muy útil para recordar los números sobre el crecimiento de la empresa con la idea de presentarlos en una reunión. Nada más trata de no ponerte a cantar en el medio de una conferencia importante.
La rima puede ser una de las técnicas de memorización más sencillas. Piensa en las rimas de las canciones de cuna, por ejemplo. Son tan fáciles, incluso los niños muy pequeños las recuerdan. Puedes usar la rima para recordar el nombre de una persona en un evento profesional (Romana de Asana) o para asociar el nombre de un producto con la línea de ese producto. Definitivamente, te servirá para retener mejor la información.
Tal vez no siempre surja la oportunidad de crear una rima, pero cuando sí se da, será muy útil y sencillo recordar algo.
Tal como lo sugiere el término, con esta técnica puedes edificar en función de los hechos que ya conoces. Usa asociaciones y conexiones para ampliar los conocimientos y la especialización sobre algún tema específico. La clave para esta técnica es no memorizar solamente hechos, sino aprenderlos y conectarlos con tu red lógica.
Digamos que eres un gerente que selecciona personal y que parte de tu trabajo consiste en recordar y repetir información sobre la empresa. Por supuesto que puedes escribir en una hoja los datos y las fechas importantes para poder consultarlos durante las entrevistas, pero si ya has memorizado esos hechos y puedes recordarlos con libertad, la situación resultará mucho más natural para ambos, para la persona que busca trabajo y también para ti.
Repetir algo una y otra vez (también llamado “aprender de memoria”) no solo es tedioso, sino que además no es efectivo. Tienes que codificar y almacenar toda la información en tu mente, algo que demanda mucho tiempo. Es el motivo por el cual, la clave es: la repetición espaciada.
Pierce Howard, psicólogo y autor del libro “The Owner’s Manual for the Brain”, aconseja que en el caso de los trabajos que demandan mucha dedicación mental habría que “dejar algo de espacio para permitir que las conexiones neuronales adquieran solidez”.
La próxima vez que escuches un webinar, toma notas sobre todo lo que quieras recordar. Deja pasar algo de tiempo después del webinar y ocúpate de otras tareas antes de volver a leer tus notas. Si repites esta rutina (estudio, trabajo, descanso) y le dejas a tu cerebro el tiempo suficiente como para codificar y almacenar la información entre una clase y otra, es mucho más probable que logres recordar lo que te propongas.
Si las técnicas de memorización verbal no son para ti, probablemente te inclines por un aprendizaje visual: relacionas imágenes o fotos y tienes una gran imaginación. Así que aquí te mostramos algunas técnicas para memorización con las que se utiliza la visualización para retener información.
Esta técnica es excelente si tienes una mente creativa y necesitas recordar una lista larga de elementos. También se llama técnica de asociación porque asocias un elemento con el siguiente para crear una historia que te servirá para recordar la lista completa. ¿Qué es lo maravilloso de todo esto? Solamente tienes que recordar el primer elemento y podrás conectarlo con todos los demás por medio de la asociación.
Recuerda que mientras más exageres con la historia, más fácil será recordarla. El actor Barry Reitman comparte en un video un ejemplo excelente de cómo aplicar el método de asociación o de narración de historias para recordar una lista de acciones pendientes.
Escribir puede ser muy útil para visualizar mejor la información. Puedes usar colores diferentes, títulos y subtítulos para que la información sea más fácil de recordar. Con las tarjetas de memoria la información se divide en partes más fáciles de recordar.
Son excelentes para combinarlas con la repetición espaciada. Lo ideal sería usarlas con mayor frecuencia para estudiar algo difícil o nuevo, que aquello que te resulta fácil de recordar. Si no te gusta escribir tarjetas en papel, prueba con una aplicación como Brainscape para estudiar con tarjetas virtuales.
Las tarjetas son una herramienta excelente para preparar, por ejemplo, un discurso de presentación o uno general. Además, las puedes doblar como si fuesen la mantita de apego, porque son fáciles de llevar con discreción y resulta muy sencillo buscarlas cuando te sientes perdido.
Los mapas mentales son herramientas excepcionales. No solo son excelentes para las lluvias de ideas con el equipo, sino que también pueden ser muy útiles para ver información y recordarla más adelante.
Puedes usar una plantilla para lluvia de ideas o crear un mapa mental físico en una pizarra o en papel. Dado que los datos se organizan en secciones (porciones) y puedes usar colores para agregar más estructura, la retención de estos hechos resulta más sencilla. También puedes usar la técnica de asociación, recordar qué cosa está conectada con otra y establecer vínculos mentales.
Probablemente ya hayas visto a Benedict Cumberbatch aplicar esta técnica en su representación de Sherlock Holmes para el programa de televisión de la BBC. En el programa, él la llama palacio mental. Por supuesto que no se ve como una técnica accesible para cualquiera, sino que parece exclusiva del genio del detective.
Afortunadamente, la técnica de loci o palacio de la memoria es mucho menos complicada de lo que se muestra en el programa. Se usa mucho para almacenar información como caras, listas o números y funciona de un modo similar al de la técnica de narración de historias, pero mediante la vinculación y la asociación.
Piensa en un lugar que conozcas por dentro y por fuera, como tu dormitorio o la cocina. Visualiza una serie de objetos o la distribución de ese lugar. Piensa en la rutina que llevas a cabo cuando te vas a dormir o cuando te preparas el café por la mañana. Después, asocia cada elemento que quieras memorizar con el objeto o el lugar. Cuando quieras recordar la información, visualiza el espacio (ve a tu palacio de la memoria) y tráela.
Mientras más uses el método de loci, más fácil será expandir el tamaño del palacio de la memoria. A la larga, podrás usar el hogar entero para almacenar y recuperar información.
La buena noticia es que tu cerebro es un músculo y la memorización es una habilidad. Con la práctica y el tiempo, cualquiera puede mejorar su memoria.
Del mismo modo en que cuidas el cuerpo cuando lo ejercitas, debes darle al cerebro la potencia necesaria para lograr un buen desempeño. Dormir lo suficiente, hacer ejercicios físicos con regularidad y tener una dieta saludable son todos aspectos importantes del desarrollo de un cerebro apto y sano. Y para estar sanos hay que lograr un equilibrio, tal como sucede con el triángulo de la gestión de proyectos. También es esencial tomar descansos para darle a la mente el tiempo necesario para que codifique y almacene la información.
Si bien puedes mejorar la memoria con el paso del tiempo mediante la ejercitación del cerebro, nadie puede recordar todo, todo el tiempo. Por suerte, en vez de abrumar a la computadora que tienes en tu cabeza, puedes aliviar la carga del exceso de información con las herramientas digitales correctas.
Un software con listas de pendientes puede ser muy útil para mantener las tareas bajo control y darte lugar para organizarlas por prioridad, vincularlas con documentos importantes y compartirlas con los demás miembros del equipo. La mejor parte: puedes optar por usar recordatorios para las próximas tareas y así no pasar nada por alto.
Si tu equipo depende mucho del trabajo grupal y cambia con frecuencia los vencimientos de las tareas, un software para gestión de tareas puede resultar sumamente útil para dar seguimiento al trabajo propio y también a otras tareas. Independientemente de lo bueno que seas para recordar tus propias tareas, un lugar en el que puedes conectarte con tus colegas para informar, delegar y dar seguimiento a las tareas pendientes te ayudará a cumplir siempre con los plazos programados y con los objetivos.
A medida que avances en tu carrera, descubrirás que una memoria y una mente ágiles son activos invaluables. Por un lado, la productividad aumenta, porque no tienes que buscar cada cosa que necesitas. Y por otro, una buena memoria también mejorará tus flujos de trabajo y los vínculos con los demás, incluso fortalecerás tu estilo de liderazgo. Sigue ejercitando el cerebro y para todo lo que no quede en la memoria, usa las herramientas correctas, como nuestro software para planificación de proyectos, en el que puedes almacenar la información que antes considerabas que sobraba.